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En conversación con Sonar Informativo, Lidia Casas directora del Centro de Derechos Humanos UDP y presidenta de la Junta Directiva de APROFA, se refirió sobre las normas aprobadas en el Consejo Constitucional, específicamente sobre aquella que “protege la vida de quien está por nacer”.
“El quién está por nacer tiene el propósito de resolver el problema que fue rechazado la semana pasada, respecto a que el no nato fuera considerado persona. Todo el debate alrededor de quién está por nacer o el que está por nacer, ha sido un largo debate constitucional en Chile, no solamente respecto en función de las tres causales, sino que desde por lo menos el año 2001, cuando se trataba de resolver la cuestión de la píldora del día después, incluso los dispositivos intrauterinos”, indicó la abogada.
Asimismo, Casas agregó que “aquí hay una combinación muy importante de artículos que han sido aprobados que echan abajo, en definitiva, un sistema democrático, pero además, respecto a la objeción institucional, echan abajo el Estado de Derecho”.
“La objeción de conciencia es una excepción al cumplimiento de la ley, y que en este caso no solamente la llevan hacia las personas naturales, sino que también a las empresas, sean estas religiosas o no y que por lo tanto, los dueños de las empresas, las grandes cadenas de farmacia, esto sucedió en el año 2007, determinaban que no iban a comercializar un anticonceptivo, porque consideraban que violentaba su religión”, indicó Lidia Casas, quien además complementó que, hoy en día esto significa que “no sólo una farmacia, que una Isapre, un establecimiento escolar, empresas, puedan decidir no entregar ciertas prestaciones médicas o de otra naturaleza que, según los dueños de esta empresa, puedan colisionar con sus creencias religiosas”.