Área de Educación
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En APROFA apostamos por que la sexualidad debe ser abordada desde una perspectiva amplia, que dote a las personas de toda la información necesaria para tomar decisiones conscientes, y hemos identificado la escuela, como un lugar privilegiado para que tanto estudiantes, docentes en ejercicio y formación, asistentes de la educación, directivos y familias accedan a la Educación Integral de la Sexualidad, concibiéndola como un Derecho Humano.
Es por esto que, con un equipo altamente capacitado, generamos alternativas de sensibilización, capacitación y formación a un publico diverso, en el que prima el compromiso por una educación integral en sexualidad que llegue a tiempo, con bases científicas y acordes a cada etapa y circunstancia.
¿Qué es la Educación Integral de la Sexualidad (EIS)?
La Educación Integral de la Sexualidad la comprenderemos como un derecho humano en sí mismo, que permite el goce de otros derechos humanos. Es el Estado que debe garantizar, promover y proteger este derecho como parte constitutiva de su quehacer para que todas las niñas, niños y jóvenes puedan acceder a una educación en sexualidad científicamente precisa, adecuada a sus etapas de desarrollo y edad, contextualizada, basada en la perspectiva de género y en los derechos humanos.
La EIS, como proceso de enseñanza aprendizaje basado en planes de estudio, busca el desarrollo de habilidades, actitudes, valores y conocimientos para que todas las niñas, niños y personas jóvenes puedan tomar decisiones basándose en información precisa, adecuada y empírica.
Empoderándoles para que puedan experimentar sus sexualidades de manera positiva, libres de
estigmas, prejuicios, coerciones y violencias.
Se educa en sexualidad en todos los espacios, ya sea explícitamente o también desde los silencios u omisiones. Niñas, niños y jóvenes reciben información sobre sexualidad en la calle, en la escuela, en los medios de comunicación, en la familia o con los amig@.
Es por esto que se debe garantizar el derecho a recibir Educación Integral de la Sexualidad, tanto en el sistema educativo formal como informal.
Organizaciones como UNESCO Y UNFPA cuentan con orientaciones técnicas para el desarrollo de este proceso de enseñanza aprendizaje dentro y fuera de la escuela.
Existe una amplia diversidad de mitos en torno a la Educación Integral de la Sexualidad. Hablar de estos temas adelantará el inicio de la vida sexual; que padres y madres son las únicas personas que deberían educar en sexualidad; creer que la educación integral de la sexualidad es únicamente hablar sobre coito y genitales son algunas de las ideas que surgen en relación a la EIS. Todos estos argumentos son cuestionables ya que la información es un Derecho Humano y niñas, niños y jóvenes deben poder acceder a ella sin barreras ni prejuicios.
La Educación Integral de la Sexualidad la comprenderemos como un derecho humano en sí mismo, que permite el goce de otros derechos humanos. Es el Estado que debe garantizar, promover y proteger este derecho como parte constitutiva de su quehacer para que todas las niñas, niños y jóvenes puedan acceder a una educación en sexualidad científicamente precisa, adecuada a sus etapas de desarrollo y edad, contextualizada, basada en la perspectiva de género y en los derechos humanos.
La EIS, como proceso de enseñanza aprendizaje basado en planes de estudio, busca el desarrollo de habilidades, actitudes, valores y conocimientos para que todas las niñas, niños y personas jóvenes puedan tomar decisiones basándose en información precisa, adecuada y empírica.
Empoderándoles para que puedan experimentar sus sexualidades de manera positiva, libres de
estigmas, prejuicios, coerciones y violencias.
La EIS corresponde a un modelo educativo en sexualidad que se basa en evidencia científica,
permitiendo con ello generar estrategias, propuestas y lineamientos curriculares para formular programas de estudios en los ámbitos educativos formales e informales.
Existen una serie de hallazgos producto de investigaciones realizadas por organismos internacionales que permiten analizar esta propuesta como la propuesta educativa adecuada para el incremento de conocimientos, el mejoramiento de las actitudes relacionadas con la salud y el comportamiento sexual y reproductivo. Así como para la prevención de violencias y abusos.
Se educa en sexualidad en todos los espacios, ya sea explícitamente o también desde los silencios u omisiones. Niñas, niños y jóvenes reciben información sobre sexualidad en la calle, en la escuela, en los medios de comunicación, en la familia o con los amig@.
Es por esto que se debe garantizar el derecho a recibir Educación Integral de la Sexualidad, tanto en el sistema educativo formal como informal.
Organizaciones como UNESCO Y UNFPA cuentan con orientaciones técnicas para el desarrollo de este proceso de enseñanza aprendizaje dentro y fuera de la escuela.
Existe una amplia diversidad de mitos en torno a la Educación Integral de la Sexualidad. Hablar de estos temas adelantará el inicio de la vida sexual; que padres y madres son las únicas personas que deberían educar en sexualidad; creer que la educación integral de la sexualidad es únicamente hablar sobre coito y genitales son algunas de las ideas que surgen en relación a la EIS. Todos estos argumentos son cuestionables ya que la información es un Derecho Humano y niñas, niños y jóvenes deben poder acceder a ella sin barreras ni prejuicios.
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