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Un día como matrona en APROFA

Normalmente solemos conocer a las matronas como “parteras” o “recibidoras”, creyendo erróneamente que estas profesionales se encargan únicamente de los procesos asociados al nacimiento, sin saber que tienen múltiples competencias para acompañar todo el ciclo vital. 

Para conocer el rol fundamental que cumplen las/os/es matronas/es en nuestra sociedad, este Día de la Matrona, te invitamos a acompañar la nueva sección de APROFA denominada:  «Un día con …»

En esta sección podrás saber, desde la experiencia de las trabajadoras de APROFA, que significa trabajar en una organización con 60 años de trayectoria en la defensa de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos y que cuenta con dos Centros de Salud especializados en salud sexual y reproductiva, en las ciudades de Concepción y Santiago. 

Recordemos que las matronas tienen un rol promotor y de prevención de la Salud Sexual y Salud Reproductiva. A través de controles de salud, consejerías, orientaciones, toma exámenes como el PAP, ecografías y procedimientos como inserción o extracción de implantes y dispositivos intrauterinos, promueven prácticas de autocuidado, y además pesquisan alteraciones y/o posibles enfermedades para la derivación oportuna. Pueden indicar métodos anticonceptivos, previa pesquisa de contraindicaciones dado el historial de cada persona y por supuesto, acompañar las decisiones reproductivas. 

Matrona en terreno

Tyare Rivera, Mara Troncoso, Mourielle Luna y Marcela González, son cuatro matronas que desempeñan su labor en el Centro de Salud de APROFA Providencia y APROFA Concepción. Su trabajo ha sido fundamental para alcanzar los objetivos que APROFA promueve a través de su misión y visión: garantizar el acceso de las personas a servicios de salud e información confiable, brindando una atención con enfoque en Derechos Humanos y con perspectiva de género.

Desde temprano, llegan a la sede de Providencia y Concepción, donde comienzan a atender a las usuarias que consultan sobre distintos temas, principalmente sobre métodos anticonceptivos, ecografías, inquietudes sobre un posible embarazo, consejería en infecciones de transmisión sexual, inserción de implantes y DIU/SIUs, o simplemente quieren controlar su estado de salud sexual. 

Mientras las usuarias entran y salen, les preguntamos: ¿Qué te motivó a ser matrona? Tyare Rivera responde que, a grandes rasgos, ayudar a las personas, contribuir a mejorar la salud y el poder de decisión que se les puede entregar. 

Por su parte, Mara Troncoso agregó que “a medida que avanzaba mi formación de pregrado y luego, durante mis primeros años ejerciendo, fueron las ganas de poder entregar atenciones que, sin importar el contexto social y propio de cada persona, se realizaran en un espacio seguro, respetuoso y con acceso a toda la información”. 

Para Mourielle Luna fue distinto, no tenía tan claro lo que era ser matrona y tampoco sabía realmente si era la carrera que quería estudiar. “El primer año que estuve en la carrera me di cuenta que era lo que me gustaba, me enamoré a medida que iba cursando los ramos. Siento que lo que más me motivaba era la educación que podíamos entregar a las personas y el acompañamiento durante todos los procesos”, asegura. 

“Una vez egresada de cuarto medio, reflexioné profundamente sobre mis gustos, habilidades y sueños, tratando de buscar una profesión que conectara mi lado social con lo científico”, asevera Marcela González. Dentro de esta búsqueda, González conoció la carrera de Obstetricia y puericultura, y rápidamente le cautivó trabajar en “el desarrollo del ciclo vital de la mujer, con toda su evolución, cambios y acompañando en cada etapa, desde el nacimiento, en momentos complejos y felices, el guiar y ser un apoyo”, todo esto le motivó para ser matrona. 

El modelo de atención de APROFA

APROFA durante sus 60 años de trayectoria ha sido escuela para cientos de matronas que se han formado y trabajado en diversos espacios, centros y actividades. 

Nuestras cuatro profesionales entrevistadas, coinciden en que trabajar en APROFA es una experiencia única y diferente a la que se vive en otras instituciones de salud.

“Acá hacemos hartos procedimientos de implantes o dispositivos, todo puede pasar, y tengo que estar preparada para actuar y proteger la salud de la persona. Cuando estoy haciendo ecografías, un día típico, es bastante potente ya que me toca contener a las personas y muchas veces a sus acompañantes también”, cuenta Rivera. 

Troncoso añade que “los días aquí suelen ser muy cambiantes y con variadas emociones, ya que hay personas que asisten conociendo el enfoque de APROFA y tuyo como profesional, como otras que quedan impactad@s debido a que jamás habían recibido atenciones de este tipo. Otros casos en los cuales hay cargas emotivas intensas, debido a contextos o experiencias previas, en las cuales se detectan vulneraciones y es sobrecogedor dimensionar que, dentro de esos miedos, esa persona confía en ti como profesional. Contribuir a cambiar ese tipo de historias es algo muy valioso que, si ponemos en balanza, cuesta muy poco”. 

Todas coinciden en que también, al ser matronas de APROFA, muchas veces se les exige más que a otras profesionales. 

Para Luna un día típico en APROFA es un desafío diario. “Es bastante entretenido porque siempre estamos haciendo cosas diferentes, procedimientos, consultas, educación, etc. Todas las personas que se atienden son un mundo y es super interesante cuando se abren con uno en temas tan importantes como la salud sexual y reproductiva”, señala. 

Por último, Marcela González cierra agregando que “ejercer mi profesión, en un lugar que comparta mis propios valores y convicción, los cuales son acercar los Derechos Sexuales y Reproductivos hacia las personas, empoderar y dar un espacio seguro a usuarias/os/es que consultan, me llena de orgullo, marcar la diferencia y ser un aporte en la salud”. 

No es un trabajo cualquiera 

Cada día está lleno de innumerables anécdotas y situaciones que, aunque forman parte de la experiencia diaria de las personas, no son comunes ni están normalizadas en la sociedad. Tyare relata que muchas usuarias se retiran de la consulta sorprendidas y aliviadas, ya que pensaban que la inserción o extracción de implantes, así como de dispositivos intrauterinos, sería «terrible y dolorosa». No obstante, en APROFA encuentran un espacio de contención y respeto, lo que hace que la experiencia sea mucho más llevadera.

“Hay muchas anécdotas que van marcando el día a día, pero siento que las que más marcan (que no ha sido sólo una) son aquellas en que la persona se retira emocionada porque siente que dentro de la relación matrona-usuaria/o/e se sintió respetada/o/e. Eso siempre logra emocionarme porque, insisto, siento que no hago nada extraordinario, sólo no olvido que soy una persona tratando con otra persona”, asevera la matrona Troncoso. 

Luna recuerda un caso en particular, cuando atendió a una mujer religiosa que buscaba orientación sobre métodos anticonceptivos. “Cuando vino a su próximo control me trajo una carta escrita por sus manos (aun la guardo en mi casa), agradeciendo la atención, me entregó un salmo y además me comentó que había valorado mucho que yo contemplara su religión en mi consejería”, señaló. 

Las matronas desempeñan un papel fundamental en el bienestar de la sociedad, asegurando que las personas puedan vivir plenamente y en armonía con sus decisiones. Esperamos que este reportaje te haya permitido conocer más sobre su valioso trabajo y la importancia de asistir a un control con ellas.

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